Impedimentos contemporáneos para el matrimonio
16/04/2009| IslamWeb
Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Existen muchos impedimentos contemporáneos para el matrimonio, algunos de los cuales abordaremos en esta oportunidad:
Primero: Muchos hombres jóvenes retrasan el matrimonio con el pretexto de hacer sus carreras y estabilizarse. Estos jóvenes deben saber que las bendiciones y la provisión resultan del matrimonio, porque cuando uno se casa, está obedeciendo a Al-lah y al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, además de protegerse a sí mismo y preservar su castidad. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {No existe criatura en la Tierra sin que sea Allah Quien la sustenta…} [Corán 11:6] Es Al-lah Quien facilita en matrimonio y Quien también facilitará la provisión ellos y para sus hijos, como Él Dice (lo que se interpreta en español): {…Nosotros Nos encargamos de vuestro sustento y el de ellos…} [Corán 6:151] Además, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo en la narración de Abu Hurairah, que Al-lah Esté complacido con él: “(Existen) Tres tipos de personas (a quienes) Al-lah hizo obligatorio para Sí mismo ayudar: un Muyahid (quien lucha) por la causa de Al-lah, una persona en deuda y quien busca casarse para protegerse de la inmoralidad”. [Ahmad y At-tirmidhi]
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Desposad a aquellos hombres o mujeres que no tengan cónyuge, y a vuestros esclavos y esclavas piadosos. [No temáis] Si son pobres, pues Al-lah les sustentará con Su gracia, y Él es Vasto, Omnisciente.} [Corán 24:32] Abu Baker, que Al-lah Esté complacido con él, comentó sobre este verso diciendo: “Ellos buscaron la riqueza por medio del matrimonio”.
Existe un gran número de hombres jóvenes que se casan antes de terminar sus estudios y tener sus carreras, y quienes, con la ayuda de Al-lah, han tenido matrimonios felices y vidas exitosas. La obtención de provisiones no está limitada a quienes tienen trabajo, ya que existen muchos otros medios, pero todos ellos requieren que uno se esfuerce para conseguirlos. Quienes son perezosos no conseguirán fácilmente la provisión, incluso con un trabajo, porque Al-lah nos Ha ordenado que nos esforcemos para conseguir las provisiones. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Él es Quien os ha hecho propicia la Tierra [para que viváis en ella]. Transitad, pues, por sus caminos y comed de Su sustento, y sabed que compareceréis ante Él.} [Corán 67:15]
Segundo: Algunos jóvenes buscan ciertas cualidades en sus futuras esposas, que a veces son cualidades que solo poseen las mujeres del Paraíso. Es aceptable que un hombre desee ciertas características en su futura esposa, pero ellas tienen que ser razonables, y deben enmarcarse en el criterio que Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estableció cuando dijo: “Una mujer es tomada en matrimonio por cuatro cosas: su riqueza, su linaje, su belleza o su piedad. Escojan a la que es piadosa, para ser bendecidos”. [Bujari y Muslim] Por tanto, uno se debe preocupar por conseguir una esposa piadosa; se debe tener cuidado con la mujer hermosa que es mal educada, porque eso tendrá malas consecuencias. Islámicamente, las cualidades restantes son de menos importancia; porque la mujer será la futura madres de nuestros hijos.
Tercero: Muchos hombres se casa con mujeres de familias de otros países, sobre quienes no tienen información, ni tienen ningún antecedente sobre la forma en que la joven ha sido educada; ellos pueden, por tanto, casarse con una muchacha que ha sido criada en un horrible ambiente. Su escusa es que las dotes en sus países son muy elevadas, lo cual de hecho es verdad, pero eso no justifica que ellos se casen con mujeres de las cuales ellos no poseen ninguna información, especialmente cuando estas mujeres serán las futuras madres de sus hijos. Casarse con alguien del mismo país hace esta tarea más fácil, porque se puede fácilmente conocer a la familia de la mujer así como a sus parientes, además del hecho de que ellos tendrán tradiciones y costumbres similares, lo cual aumentará las posibilidades de que la vida matrimonial sea armoniosa.
Por otro lado, es sorprendente cómo algunas personas rechazan la idea de casarse con una muchacha que tiene un estatus más bajo que el hombre, pero no ven ningún problema en casarse con alguien de un país totalmente diferente, de una familia cuyos principios morales y compromiso islámico son absolutamente desconocidos. No estamos siendo prejuiciosos, Al-lah lo Prohíbe, sino que tratamos de conseguir los medios por los cuales el patrimonio sea exitoso y permanente como lo exige el Islam.
Cuarto: Retrasar el matrimonio de la hija mayor, lo cual tendrá repercusiones cuando sus hermanas menores puedan casarse. La muchacha que es pedida en matrimonio debe casarse y no debe retrasar su matrimonio hasta que sus hermanas mayores se casen; los padres deben temer a Al-lah en este sentido, y saber que esta no es una práctica islámica; ellos no deben ser la causa de que sus hijas se priven de casarse porque esta es una gran injusticia.
Quinto: Algunas familias des dan a sus hijas total libertad en exigir lo que quieran al pretendiente, como pedir dotes extremadamente altas, lo cual agobiará al hombre. Los padres deben ser temerosos de Al-lah y evitar que estas prácticas se esparzan en la comunidad, porque estas y otras prácticas han sido la causa para el esparcimiento de la fornicación.
Sexto: Muchas personas, hombres y mujeres, dan la excusa de tener que completar sus estudios antes de que puedan casarse. Esto no es aceptable, especialmente en el caso de la mujer. Con respecto al hombre, él puede completar sus estudios mientras está casado, como lo hemos mencionado antes. Una persona casada que está estudiando tendrá mejor concentración y por lo tanto un mejor desempeño; mientras que un hombre soltero usualmente está perturbado y se distrae porque sus deseos no están siendo satisfechos, incluso puede tratar de satisfacer esos deseos de forma ilícita.
Séptimo: Algunas familias se rechazan casar a sus hijas con cualquiera, a menos que sea un primo o un pariente; pueden incluso llegar a forzar a la muchacha, en algunos casos, para aceptar tal matrimonio, lo cual hace que el matrimonio se establezca sobre la opresión y, consecuentemente, fracase. El pariente puede no ser conveniente para ella, o puede que su compromiso con el Islam no alcance un nivel aceptable; por tanto, no se debe forzar a una joven a casarse con un hombre solo porque es su pariente, porque esta es una práctica de la Yahiliah (la época de la ignorancia antes del Islam). Más aún, le matrimonio dentro de la misma familia tiene más probabilidades de causar enfermedades en los futuros hijos, como ha sido científicamente comprobado, lo cual puede llevar al fracaso del matrimonio y el rompimiento de los lazos familiares.
Los padres deben ser temerosos de Al-lah y casar a sus hijas con hombre apropiados; los padres ricos deben casar a sus hijos tan pronto como sea posible, porque es por esta razón que ellos han acumulado su riqueza: para el beneficio de sus hijos.
En conclusión, los hombres que han pasado la edad de los veinte años, o incluso los treinta, y aún siguen solteros, están luchando en contra de sus deseos, por tanto deben casarse. Existen padres que esperan que pidan a sus hijas en matrimonio, para así protegerlas de la inmoralidad; búsquenlos y, si Al-lah Quiere, los encontrarán; no se den por vencidos y recuerden que quien teme a Al-lah, Al-lah le dará la salida ante todas sus dificultades.