Las alabanzas a Al-lah, el Señor de todos los mundos. Doy testimonio de que no hay otro Dios sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y Mensajero.
La mujer tiene que obedecer a su esposo en todo lo que se sea reconocido como bueno, pues esto es uno de los derechos del esposo, y una de los mandamientos de la Shari‘ah.
La mayoría de los esposos buscan lo mejor para sus esposas y sus hijos.
Los motivos que su esposo mencionó indican beneficios evidentes, pues vivir en un país que no es islámico encierra muchos peligros, sobre todo, en cuanto a enseñar a los hijos la creencia y los modales del Islam. Por eso, está prohibido para el musulmán vivir en esos países si no hay una urgencia válida según la Shari‘ah.
Además, el esposo en base a su experiencia y conocimiento externo puede reconocer mejor, generalmente, el medio en que vive de modo que pueda saber los peligros que están alrededor, y si su país es más seguro o no.
La musulmana debe pensar bien de los musulmanes, sobre todo, de su esposo. Así pues; no debe acusarle de egoísmo, diciendo que él sólo cuida de sus intereses personales, sin tener una evidencia clara.
Ambos esposos tienen que procurar juntos los medios que hagan realidad la estabilidad y los intereses de la familia.
Allah le Dará recompensa por el apoyo económico y sentimental que usted le dio a su esposo, si usted lo hizo para satisfacer a Al-lah. Pues Al-lah, Glorificado Sea, no Deja que se pierda la recompensa de los que hacen el bien. Pero usted debe tener cuidado para no perder la recompensa por echarlo en cara o causar daño, pues Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta en español así): {¡Creyentes! No hagáis vanas vuestras caridades haciendo alarde de ellas u ofendiendo} [Corán 2:264].