Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
No hay ningún problema en consultar a los médicos si son confiables, y seguir sus consejos y sus instrucciones para tratar el problema de la sudoración excesiva de la cual sufre. Y no incurre en falta por usar la medicina recomendada, con la cual se untan las manos, si es útil para reducir el sudor.
Y Al-lah Sabe mejor.