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Al Hiyrah (La Émigración) (Parte 3 de 3)

Al Hiyrah (La Emigraciَn) (Parte 3 de 3)

 

 

La Emigración a Medina no debe atribuirse únicamente al hecho de querer escapar de la injusticia y la opresión de la que los musulmanes eran víctimas; sino también a una especie de cooperación para construir los pilares de una nueva sociedad en un lugar seguro. Fue responsabilidad de cada musulmán el contribuir a la edificación de este nuevo hogar.

 

 

¿Por qué emigraron los musulmanes?

 

 

a)      Debido a la persecución de la que eran víctima los creyentes.

b)     La necesidad de difundir el Islam en paz y tranquilidad.

c)      La necesidad de formar una comunidad fuerte de creyentes, en la que pudieran practicar su religión sin temor.

d)     Para reforzar su fe al renunciar a sus familias y bienes materiales por la causa de Al-lah.

e)      Obedecer la orden de Al-lah sin importar las dificultades.

 

 

Beneficios de la emigración

 

 

a)      El ejemplo que ha sido esta generación de musulmanes para las generaciones posteriores. La gente de La Meca que emigró a Medina, lo hizo con la certeza de que estaban cumpliendo la voluntad de Al-lah, por eso no se detuvieron a pensar en las cosas que estaban dejando atrás, como sus casas, sus amigos y familiares; sino que tenían sus corazones y su fe puestos en lo que debería ser el parámetro de nuestro diario vivir y accionar: la obediencia a Al-lah. Todos los creyentes que emigraron sabían los peligros a los que estarían expuestos; pero, aun así, fue más importante para ellos cumplir con el mandato de su Señor. Es así que la emigración se constituye en un gran ejemplo de obediencia y fe en Al-lah.

b)     La recompensa que recibieron, tanto en esta vida como en la otra. La recompensa terrenal que recibieron fue que encontraron un nuevo hogar, mejor que el que tenían en La Meca. Eran parte de una nueva sociedad, una sociedad más justa y segura, donde no serían víctimas de escarnios y podrían practicar su fe libremente. Pero además de esto, y mucho más importante aún, fue la recompensa eterna que recibirían en la otra vida, pues Al-lah promete a los creyentes una recompensa inimaginable en el Paraíso.

c)      La expansión del Islam. Con la emigración se dio inicio a la propagación del Islam por todo el mundo. En la actualidad existen más de mil millones de musulmanes en el mundo, y el Islam es la religión que más rápidamente crece a nivel mundial.

d)     La puesta en práctica de la Ley Islámica (Shari’ah). Con la emigración de los creyentes de La Meca, se estableció en Medina un nuevo estado Islámico, regido por la Ley de Al-lah y dirigido por el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.

 

 

Las lecciones morales que nos enseña la historia de la emigración del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam

 

 

a)      El sacrificio personal por la causa de Al-Lah. Los musulmanes de La Meca renunciaron a todos sus bienes terrenales y posesiones al emigrar; pero lo hicieron complacidos, esperando la recompensa de Al-lah. Dice Al-Lah en el Corán (lo que se interpreta en español): {A quienes emigraron por la causa de Al-Lah después de haber sido tratados hostilmente, les concederemos una hermosa recompensa en la vida mundanal, pero la recompensa en la otra vida será mayor aún. Y todos habrían emigrado de haberlo sabido.} Corán 16: 41]

b)     La paciencia. El Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y sus seguidores, soportaron por aproximadamente 13 ó 14 años muchas injusticias, torturas y humillaciones en La Meca, pero no renunciaron a su fe. Dijo Al-lah acerca de los que emigraron (lo que se interpreta en español): {Éstos son quienes tuvieron paciencia y se encomendaron a Al-Lah} [Corán 16: 42]

c)      La confianza en la ayuda de Al-Lah. Cuando los musulmanes se encontraban débiles y oprimidos en La Meca, Al-lah les prometió la victoria y la conquista de esa ciudad. A pesar de que eso parecía un objetivo muy difícil de alcanzar, ellos tuvieron fe y confianza en la promesa de Al-lah. Pocos años después, los musulmanes que habían emigrado, y sus hermanos de Medina, entraban triunfantes en La Meca.

d)     Los objetivos no se alcanzan sino con mucho esfuerzo y perseverancia. Los musulmanes de La Meca tuvieron que trabajar duro y esforzarse para alcanzar su objetivo de llegar a Medina y cumplir con el mandato de Al-lah.

e)      La hermandad en la fe es superior a la hermandad de sangre o raza. Muchos de los musulmanes de La Meca habían sido rechazados por sus propias familias; pero encontraron en los musulmanes de Medina verdaderos hermanos, capaces de sacrificar sus vidas y bienes por ellos.

f)       Todo mensaje beneficioso para la gente encuentra oposición de parte de aquellos que se benefician con la injusticia. A lo largo de la historia humana podemos ver que todos los profetas encontraron oposición por parte de los tiranos de sus épocas. Así, el profeta Ibrahim (Abraham), la paz sea con él, se enfrentó a Nimrod; Musa (Moisés), la paz sea con él, se enfrentó al Faraón; ‘Isa (Jesús), la paz sea con él, a los líderes judíos; y Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, se enfrentó a los corruptos líderes de La Meca.

g)      La emigración ha sido parte de la misión de casi todos los profetas. Tal es el caso de Ibrahim, Musa, Yunus (Jonás) y Muhammad (la paz sea con todos ellos), entre muchos otros.

h)     La emigración no es solamente física, sino también espiritual. Es decir, no solamente se emigra al ir de un lugar a otro; emigrar también significa cambiar de un estado espiritual a otro mejor. Por ejemplo, dejar la incredulidad y abrazar la fe es una forma de emigración espiritual. Así también, abandonar una vida de pecados por una de obediencia a Al-lah, es emigración.

 

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