“Ningún gran líder religioso ha sido tan calumniado como el Profeta Muhammad. Atacado en el pasado como un hereje, un impostor o entregado a los apetitos sexuales, aún es posible encontrarlo referido como “el falso profeta”. Un moderno escritor alemán acusó al Profeta Muhammad de obscenidad, rodeándose de mujeres jóvenes. Este hombre no se casó hasta los 25 años de edad, luego él y su esposa vivieron en felicidad y armonía por 24 años, hasta la muerte de ella, cuando él tenía 49 años. Solamente a partir de los 50 años hasta su muerte, a los 62, el Profeta Muhammad tomó otras esposas, solo una de ella era virgen, y la mayoría de ellas fue tomada por razones dinásticas y políticas. Ciertamente el registro del Profeta fue mejor que el del líder de la iglesia de Inglaterra, Henry VIII”.
(El Misticismo en las religiones del mundo, New York: Oxford University Press, 1976, pg. 121)