Un Ramadán Porteño
En nombre de Al-lah, el Clemente el Misericordioso.
Alabado sea Al-lah, Quien nos guió, y no hubiéramos podido encaminarnos de no haber sido por Él. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Al-lah, Único, sin asociados; y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero.
Al Hamdu lil-lah ha llegado otro Ramadán, y la comunidad islámica de Buenos Aires lo espera pleno de actividades. Antes de empezar Ramadán nos visitamos mutuamente más a menudo y programamos cómo será este mes in sha Al-lah. También, el que puede asiste a la mezquita de Palermo, que estos últimos años estuvo haciendo un seminario antes de Ramadán donde se explican las virtudes y normas del ayuno; y el que no puede ir simplemente se comienza a interiorizar por sí mismo en el mes que vendrá y cuán provechoso quiere que este sea.
Para quien no vive en un país islámico este mes puede ser solitario, de ahí la importancia de reunirnos en comunidad, no tan solo en familia, dado que muchos porteños prácticamente no tienen una familia islámica, y otros son los únicos musulmanes en su casa, trabajo o escuela.
Al vivir en una ciudad donde las religiones predominantes son la cristiana y la judía, para el ciudadano no musulmán puede que este mes pase desapercibido, pero para nosotros los musulmanes es el mes más lindo del año y lo esperamos ansiosos todos los años.
En ramadán, las mezquitas florecen de actividades que el musulmán puede aprovechar.
Todos los años tenemos en la “Mezquita Al Ahmad” un Muqri’ enviado por el Azhar que recita antes y después de cortar ayuno y en las oraciones del Tarawih.
En ramadán, las mezquitas florecen de actividades que el musulmán puede aprovechar.
Todos los años tenemos en la “Mezquita Al Ahmad” un Muqri’ enviado por el Azhar que recita antes y después de cortar ayuno y en las oraciones del Tarawih.
En otras mezquitas, como en el “Centro Cultural Islámico Rey Fahd”, hay “Halaqa de Corán” todos los días; 15 minutos antes del rompimiento del ayuno se da una clase relacionada con el ayuno. También, antes del Adhan del ‘Isha, y hasta 15 minutos después, hay clases donde se relatan “Historias de los Sahabas”. Respecto a estas clases, en los últimos días de Ramadán se hace un concurso con premios para todos los participantes. En ambas mezquitas todas las noches de este mes se realiza la oración del Tarawih en comunidad, teniendo estas oraciones un lugar central en la vida del musulmán porteño que procura concurrir a estas oraciones asiduamente.
Al hamdulil-lah contamos con la gracia de tener dos hermosas mezquitas en donde podemos desayunar gratis todos los días de Ramadán, gracias a las gentiles donaciones de nuestros hermanos en la fe, que Al-lah se Complazca de ellos y les Dé el bien en esta vida y en la otra.
Como mencioné antes, estos Iftar son muy importantes dado que el nuevo musulmán y todos los musulmanes en general necesitamos un ámbito de contención donde se sienta la atmósfera propicia para vivir el ayuno, adorando a Al-lah y recordándolo y, por qué no, también hacer amigos y afianzar los vínculos con los hermanos en la Fe.
Durante el Suhur la mayoría nos levantamos y prendemos la radio para escuchar un programa que ha comenzado a difundir el CIRA, y que también se realiza poniendo todos nuestro granito de arena, en donde escuchamos sobre nuestro Din, recitación del Corán, y nos hace sentir acompañados.
Los días miércoles, entre los jóvenes hacen un Iftar en el Centro Islámico, donde todos colaboramos para tomar el desayuno entre amigos y así fomentar que los jóvenes musulmanes se conozcan y formen lazos de amistad.
Familias enteras se reúnen en la mezquita, argentinos, árabes, asiáticos, africanos, europeos y otros; compartimos momentos de hermandad casi únicos en el año. Compartimos todos, sin distinción de razas o idiomas, charlas alrededor de un té o un mate bien espumoso.
Los niños juegan y se divierten luego de haber participado antes del Magreb de una clase de Corán. A veces, durante las noches se organizan partidas de Ping-pong, pool, playstation, futbol y vóley (en las canchas del Centro Cultural Islámico Rey Fahd).
Durante las últimas 10 noches se redoblan las actividades islámicas, pudiendo hacer Qiam Al Lail en la mezquita junto al Imam. Como es de esperarse, la gente asiste más a las mezquitas y las familias se reúnen casi todas las noches.
A veces, la vida islámica aumenta tanto que uno se siente un extranjero en su propio país cuando todos sus compañeros de trabajo o estudio viven este mes sagrado con total inconsciencia del mismo; pero, Al hamdulil-lah, cuando se aproxima el momento de cortar ayuno y uno se reúne con sus amigos y familia en una mezquita o en una casa, nos invade una inmensa alegría de haber sido bendecidos con este hermoso Din y poder llevar nuestra vida de acuerdo a lo que Al-lah Manda a pesar de las vicisitudes.
En una sociedad donde el mundo no se detiene ni un poquito porque es Ramadán y muchos te tildan de loco por ayunar, donde los horarios del 99% de los trabajos no cambian ni los colegios tienen vacaciones, donde las universidades siguen tomando exámenes finales, nosotros ayunamos alegres y confiados en Al-lah, Subhanahu wa ta’ala. Y en el momento de cortar ayuno el agua es más fresca y los dátiles más sabrosos, porque controlamos nuestros impulsos más allá de la ardua tarea cotidiana.
Cuando llega el ‘Id Al Fitr nos reunimos en las mezquitas para el Salat y la Jutba del ‘Id; luego de esto se realiza un ágape, donde hay juegos para los más chicos, asado, pochoclo (palomitas de maíz), algodones de azúcar, delicias árabes y argentinas que disfrutamos todos juntos, y al fin comemos durante el día rogando a Al-lah que Haya aceptado nuestro ayuno.
Que la Paz y las bendiciones de Al-lah sean con el Profeta Muhammad, su familia, sus compañeros y todo los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
Agustina Velazco El Sayer