Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, relató que unos judíos entraron a ver al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y le dijeron: “As-sám ‘alaik” (que te mate el veneno). Ella les respondió: “¡Que la muerte caiga sobre ustedes y que Al-lah los maldiga y Su ira caiga sobre ustedes!”; y el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le dijo: “Cálmate Aisha, debes ser calmada y gentil; y cuídate de la severidad y la rudeza”. Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, dijo: “¿No oíste lo que dijeron?”; y él dijo: “¿Y no oíste tú lo que yo les respondí: ‘Para ustedes también’? Mi plegaria será respondida y la de ellos no” (Bujari y Muslim).
Así nos enseña el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, a evitar ser severos y recurrir a la gentileza en todos nuestros asuntos; dijo: “La gentileza adorna todo lo que la contiene, mientras que la rudeza deforma las cosas”.
El significado de severidad
La gentileza significa moderación y cortesía, mientras que la severidad es la ausencia de estas cualidades en cualquier asunto. En otras palabras, es exageración y hostilidad acompañadas de rudeza al tratar con los demás, sin importar si los demás fueron groseros o no.
Tratar a las personas con rudeza genera un deseo de revancha y venganza en ellos, mientras que la gentileza reconcilia los corazones y hace a la gente más accesible.
Privado de bondad
Quien no es gentil y rata a la gente que lo rodea con violencia será privado de toda bendición, como dijo el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Quien no es gentil será privado de toda bendición”.
La severidad es un fenómeno maligno y negativo que genera conflictos y enemistades entre la gente. Crea un deseo de desafiar a los demás, una terquedad que lleva a la desobediencia de órdenes e instrucciones, aunque sean buenas. La rudeza al intentar reparar cualquier mecanismo causa que se rompa, y la rudeza al enfrentar las calamidades anula nuestras fuerzas y energía.
Violencia, rudeza y medios masivos de comunicación
Muchos estudios e investigaciones han relacionado la rudeza y la violencia que difunden los medios de comunicación con el aumento del comportamiento violento entre los individuos expuestos a ellos, en especial los jóvenes.
Es una pena que muchos programas y series televisivas que se difunden hoy en día representan la opresión que unos causan a otros, empezando con la ofensa, el maltrato y el acoso hasta los golpes, maldiciones y crímenes, asaltos y asesinato. Esto afecta sin duda a la gente joven y su efecto se nota después en la vida, como lo revelan algunos estudios.
Violencia y rudeza contra los sirvientes y los débiles
Una expresión de violencia que la gente presencia en algunas comunidades es la rudeza contra los sirvientes y los débiles, además de despreciarlos y sobrecargarlos con más de lo que pueden soportar, algunas personas llegan al extremo de golpearlos y abusar de ellos física y mentalmente. Esto es algo que, por ningún motivo, debe difundirse por las comunidades de musulmanes. Citamos un incidente que tuvo lugar en la época del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él.
Abu Mas‘ud Al Badri, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Una vez, estaba golpeando a un esclavo mío con un látigo, cuando escuché una voz detrás de mí que decía ‘Abu Mas‘ud, debes saber...’, no pude reconocer la voz por mi fuerte enojo. Cuando el que me hablaba se acercó a mí, noté que se trataba del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, que me decía: ‘Abu Mas‘ud, debes saber que Al-lah tiene mayor dominio sobre ti que el que tú tienes sobre tu esclavo’. Yo dije entonces: ‘Nunca golpearé a un sirviente en el futuro’”. Otra versión de este mismo incidente dice: “Abu Mas‘ud, que Al-lah esté complacido con él, dijo: ‘Libero a este esclavo por la causa de Al-lah’. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: ‘De no hacerlo así, arderías en el infierno’”.
Violencia y brutalidad contra las mujeres
Las estadísticas muestran que la violencia contra las mujeres se ha convertido en un fenómeno muy extendido en los países de Occidente, tal vez debido a desviaciones en la conducta y la educación de los menores. No hay duda de que tampoco los musulmanes están libres de esta extrema conducta de violencia contra la mujer. A pesar de que estos casos tienen menor frecuencia entre los musulmanes, debemos hacerle recuerdo a la gente que la violencia contra las mujeres es algo despreciable y contradice a la Sharía islámica.
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dice: “Prohíbo ser injustos con dos clases de gente vulnerable: los huérfanos y las mujeres”. Cuando el profeta, la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, fue informado de que algunos hombres golpeaban a sus mujeres, dijo: “No son los mejores entre nosotros”.
Si la conducta de mujeres o niños necesita enmendarse, la violencia es el último recurso al que recurrir. Al-lah Todopoderoso dice: {Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres debido a las diferencias [físicas] que Dios ha puesto entre ambos, y por su obligación de mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas e íntegras obedecen a Dios y en ausencia de su marido se mantienen fieles, tal como Dios manda. A aquellas de quienes teman maltrato y animadversión, exhórtenlas, tomen distancia no compartiendo el lecho, y por último pongan un límite físico; si les obedecen [en lo que Dios ordena], no les reclamen ni recriminen más. Dios es Sublime, Grande} [Corán 4:34].
Incluso llegando a ese extremo, las leyes de la Sharía que garantizan la integridad física y moral y prohíben causar cualquier daño a otros deben tomarse en cuenta.
Violencia contra los animales
Algunas personas con una naturaleza corrupta sienten placer al agredir violentamente a los animales. El Islam prohíbe esto. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, entró una vez a un huerto de uno de los ansar y encontró allí un camello. Cuando el camello vio al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, rompió en llano. El Profeta, la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, después de secar las lágrimas del camello, preguntó por su dueño. Un hombre de los ansar dijo que era su propiedad y el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le dijo: “¿Por qué no temes a Al-lah con respecto al animal que Él puso bajo tu potestad? El camello se quejó conmigo que tú lo mantienes con hambre y lo sobrecargas”.
En conclusión, debemos notar que la persona gentil gana seguridad, mientras que la violenta y brutal acaba arrepintiéndose.