A las personas les gusta la compañía, y todos buscan estar rodeados de personas que los alejen de la soledad. Qué dichoso es aquel que hace de la complacencia, la cercanía y el recuerdo de Al-lah su compañía inseparable. Dijo Ibn Al Qaiem, que Al-lah lo Tenga en Su misericordia: “La aspereza del corazón solo puede ser pulida por la cercanía que se tenga de Al-lah (por medio de la adoración). La desolación del corazón solo puede ser eliminada por medio del gozo que se siente al adorar a Al-lah en privado y lejos de la vista de los demás. La tristeza solo se alivia con la alegría que nos invade por conocer a Al-lah como Él nos lo Ha enseñado”.
Quien hace de la complacencia de Al-lah su mejor compañía, entiende el verdadero significado de la vida, por lo que su existencia es motivo de alegría para él, disfruta de cada instante, su corazón se tranquiliza y su vida se ilumina. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¿Acaso aquel a quien Al-lah Abrió su corazón para [que siga la guía y acepte] el Islam, y él [por ello] está colmado por la luz de su Señor [se puede equiparar con quien no cree]? ¡Ay pues, de quienes tienen el corazón endurecido [y no aceptan] el Mensaje de Al-lah [el Corán]! Ciertamente ellos están en un evidente error.} [Corán 39:22] Por lo tanto, quien tiene su corazón lleno de la grandeza del conocimiento de Al-lah no hay problema que lo agobie.
El mes de Ramadán es una ocasión perfecta para que logremos esta compañía a la que nos referimos, pues es el momento propicio en el que nos podemos acercar más a Al-lah por medio de nuestra adoración, por lo que debemos estar muy atentos a cada instante para no desaprovechar esta oportunidad de mejorar nuestras vidas.
En Ramadán, una de las personas más ocupadas es la mujer, especialmente si trabaja; por eso, a algunas de nuestras hermanas les sucede, que con tanta responsabilidad que tienen encima, se les acaba el mes y no logran alcanzar a disfrutar la dulzura de la adoración y la cercanía de Al-lah. A nuestras hermanas, que han tenido la oportunidad de presenciar este mes bendito y lleno de misericordia y perdón les hacemos un llamado para que hagan de este Ramadán un medio que les lleve a gozar de la compañía de Al-lah, la cual les asegura la solución de todas las dificultades y problemas en los que se encuentren.
Hermanas, esto no se logra así porque sí, hay que esforzarse, pues este estado de tranquilidad que otorga la compañía de Al-lah es el fruto de la obediencia y el fiel cumplimiento de las obligaciones para con Él. Por eso es que quien obedece a Al-lah, cumpliendo con Sus órdenes, no incurriendo en lo que Ha Prohibido y siendo sinceros en Su adoración, logrará disfrutar de todos esos beneficios.
Si les pedimos a algunas de nuestras hermanas que hagan un recuento de lo que hacen durante un día de ayuno, lo que muchas de ellas tendrían que decir es bastante triste, pues nos indicarían que se encuentran ocupadas entre el trabajo y sus deberes en el hogar, y que no les queda tiempo alguno para hacer obras extras de bien, más allá de lo que hacen en un día regular fuera de Ramadán. A estas hermanas, así como a todas las demás, e incluso a los hombres, les recordamos que sí se puede hacer mucho, aunque se esté ocupado, y que las tareas que a diario realizamos también las podemos convertir en formas de adoración por las que seremos recompensados, todo depende de la intención y el empeño que en ellas pongamos.
Un ejemplo notable lo tenemos en lo que se transmitió de ‘Amir ibn ‘Abd Qais, que Al-lah lo Tenga en Su misericordia, uno de los discípulos de los Sahabah, a quien un hombre le pidió que le hablara, ‘Amer le respondió: “Discúlpame, pero no tengo tiempo para ello [pues me encuentro ayunando y quiero aprovechar cada instante]”. Así es, debemos ser conscientes de que las horas, minutos y segundos de Ramadán son los instantes más valiosos de todo el año, no por nada fue el mes en el que Al-lah, Altísimo sea, Inició la revelación de Su Palabra, el Corán; es una época tan especial que quien la ayuna con fe y esperanza en la recompensa que recibirá, le serán perdonados todos los pecados que haya cometido, y en él, en Ramadán, hay una noche que equivale a mil meses de adoración [en recompensa], tal como nos lo informó nuestro amado Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “Les ha llegado el mes de Ramadán, un mes bendito en el que Al-lah Estableció que ayunaran. En él, Al-lah Abre las puertas del Paraíso, Cierra las del Infierno y Encadena en este a los demonios. En Ramadán hay una noche que es mejor que mil meses de adoración, quien se pierde esta bendición lo ha perdido todo”. [An-Nasai’]
Hermana en el Islam, no permitas que este Ramadán pase desapercibido en tu vida, que se convierta en un mes de cansancio y frustración, por más ocupada que te encuentres dedica tiempos determinados para que leas el Corán. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio.} [Corán 2:185] Personas más ocupadas que tú o que yo nos dejaron ejemplos maravillosos de su esfuerzo por leer el Corán, no una sino varias veces en el mes. Tu mismo Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, lo leyó dos veces en Ramadán, pues Al-lah Hacía que el Ángel Yibril (Gabriel) se lo hiciera repasar en este mes, aunque sus ocupaciones personales y públicas lo abrumaran. Imames como Az-Zuhri y Ahmad, que Al-lah los Tenga en Su misericordia, no escatimaban esfuerzo por hacer de la lectura del Corán su mejor compañía. Posiblemente no lo puedas leer todo, pero lo que sí es inadmisible es que no leas parte de él, aunque sea unas cuantas aleyas, en el día.
Lo mismo te recomendamos, querida hermana, con el Dhiker (invocaciones y súplicas a Al-lah), son unas cuantas palabras que puedes repetir constantemente estés haciendo lo que estés haciendo; y no te olvides de pedir constantemente perdón a Al-lah por tus faltas, así como las salutaciones a nuestro profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! Recordad constantemente a Al-lah, y glorificadle mañana y tarde. Él es Quien os Bendice, y Sus Ángeles [ruegan el perdón por vosotros] para extraeros de las tinieblas a la luz, y Él es Misericordioso con los creyentes.} [Corán 33:41-43] Y (lo que se interpreta en español): {Y pedid perdón a Al-lah por vuestros pecados ¡Oh, creyentes!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra].} [Corán 24:31]
Todo esfuerzo que realices durante este mes bendito y sagrado lo verás recompensado en esta vida y en la Otra. En esta, sentirás la cercanía de tu Creador, la tranquilidad que invade tu corazón y la mejora en tu comportamiento y actitud frente a la vida.